La sensibilidad de la piel es una de las funciones de más temprano desarrollo, sumamente crucial para todo el sistema sensorial: vista, oído, olfato y tacto.
•Incrementa la mielinización del sistema nervioso cerebral, al igual que el desarrollo psicológico del bebé.
•Contribuye a normalizar el tono muscular fluctuante.
•Estimula el desarrollo psicomotor: lenguaje, motor, cognitivo , social.
viernes, 5 de febrero de 2010
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